Farewell

Este adiós no maquilla un ‘hasta luego’,
este nunca, no esconde un ‘ojalá’.
Estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego, no mira para atrás.

Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré.
Ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas, son las de después.

A este ruido, tan huérfano de padre,
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.

Este pez ya no muere por tu boca,
este loco se va con otra loca,.
Estos ojos no lloran más por ti.

(Intro de la canción ‘Nos Sobran los motivos, por Joaquín Sabina y Alejo Stivel)
Para vos, Luz de plenilunio, Mujer de la mirada lejana, acostumbrada a observar las estrellas. Porque ante tus ojos el mundo parecía muy viejo y muy joven a la vez. ¡Qué poco duraba la eternidad en tus brazos!

Táctica y estrategia

Muchísimos pensamientos y recuerdos pasaron por mi mente los últimos quince minutos. Compuse un ensayo mental (en 2 minutos) en contra de la estrategia aberrante que vende lo que no tiene precio y negocia con lo que no conoce. Mil citas –de Shakespeare, Becquer, Neruda y otros– acudieron a mi mente, y muchos pensamientos filosóficos –De Lewis, MacDonald, Kierkegaard y otros de mis maestros– se agolparon, mientras mi flujo sanguíneo se aceleraba. Recordé mi ensayo inconcluso acerca del romanticismo, recordé algunos de mis poemas más pasables, aquellos versos frágiles inspirados en aquellos ojos, más hermosos que el mundo…

Recordé…

El amor nunca pierde su frescura.

Mario Benedetti

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos

no haya telón
ni abismos

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites

Cuentos de misterio: El triunfo de la luz sobre las tinieblas

Pasé algún tiempo pensando el nombre que le vendría bien al presente ensayo. Y aunque más de una vez pasó por mi mente el tema: ‘cómo escribir un cuento policial’, creí que las pretensiones de dicho título estaban muy por encima de lo que ofrezco.

Escribo acerca de los cuentos detectivescos, y lo hago consciente de haber fallado en la tarea de escribir uno. Pero he fallado muchas veces. Y por tal razón, mi experiencia es de naturaleza científica y más bien practica, por lo cual espero presentar algún beneficio a aquel que se adentra a este interesante mundo.

Vivimos en una sociedad en la que la demanda gobierna sobre el producto. Existen en el mercado manuales y métodos acerca de casi cualquier cosa: asombrará al observador curioso la variedad de opciones existentes, que ofrecen una manera fácil de cómo aprender cosas que no pueden ser aprendidas, y en un tiempo récord. Incluso las facetas del periodismo y la literatura de las que resulta más evidentemente que no pueden ser aprendidas, son enseñadas con asiduidad. Se nos enseña como tener amigos, cómo triunfar en la vida, cómo escribir poesía y hasta la manera de encontrar el ‘verdadero amor’, más yo no ofrezco ninguna de esas patrañas aquí. Es mas, tampoco ofrezco un método. Pero si ofrezco al lector algunos elementos que son, a mi parecer, importantes en el mundo de los cuentos de misterio. Y es que este género es, en mi opinión, una muestra clara de sencilla artesanía literaria, más constructiva que creativa, que podría ser enseñada hasta cierto punto e incluso aprendida en algunos casos muy afortunados.

Avatar

Al conducir en mi camino de vuelta a casa, una y solo una pregunta capturó el curso de mis pensamientos: ¿Cuál o cuáles fueron las fuentes de inspiración de James Cameron para crear Avatar?

La pregunta anterior es a simple vista subjetiva, atrevida y hasta cierto punto engañosa. Pero es una pregunta completamente válida. Todo espectador con un trasfondo literario promedio se preguntará en algún momento -a lo mejor después de digerir todas las sensaciones y emociones- cuál es la influencia seminal que alimentó la historia.

Por experiencia propia se que es difícil, si no imposible, trazar un mapa exacto de la senda tortuosa que sigue esa amalgama asombrosa entre la inspiración y la creación, y es por eso que me inclino a pensar que este viaje se parece más a un río que a otra cosa: no podemos inferir de donde vienen los riachuelos que hacen crecer la corriente; simplemente disfrutamos del viaje, sea este en los rápidos o en las aguas apacibles.